El regalo de Vetusta Morla


La noche del 26 de julio fue la  primera de las dos fechas de Vetusta Morla en el Teatro Real de su ciudad natal, Madrid. Después de más de un año sin disfrutar de sus directos en la capital, las ganas de volver a verles sobre el escenario eran inmensas y más que notables entre el público. No es de extrañar que lo dieran todo durante las dos horas que duró el concierto. Pero antes de adelantar acontecimientos, empecemos por el principio.

Quince minutos más tarde de la hora estipulada, y una vez ocupados todos los asientos, las luces comenzaron a apagarse dando rienda suelta a una oleada de aplausos que adquiría intensidad a medida que los miembros del grupo, uno a uno, iban entrando en el escenario. Pucho se sentó en el suelo y, en cuanto se levantó y empezaron a sonar los primeros acordes, los aplausos cesaron para convertirse en cientos de voces cantando “Los días raros”. Ese fue el tema escogido para dar comienzo a la velada y a este le siguieron “Lo que te hace grande”, “Palmeras en La Mancha” y “Golpe Maestro”.

Antes de seguir viajando a través de la discografía de Vetusta Morla, el grupo quiso dedicar unas palabras a todo el equipo de profesionales que trabaja a su lado, y que se ha visto perjudicado en los últimos años a causa de la pandemia. Todos ellos son el motivo por el que decidieron comenzar esta pequeña gira, así que, en palabras de Pucho, “esto es por y para ellos”.

Tras este breve y necesario inciso, las 1.300 personas que allí nos encontrábamos pudimos disfrutar de grandes temas de toda su carrera como “Consejo de Sabio”, “Maldita Dulzura”, “Copenhague” o “Boca en la Tierra”, entre otros. En todas ellas veíamos a Pucho saltar y bailar de un lado a otro del escenario, animando a todo el mundo a cantar y transmitiéndonos su energía y euforia. Cuando llegó el turno de “23 de junio”,  el cantante tomó asiento al borde del escenario para acercarse aún más a su público, creando uno de los momentos más emotivos de la noche (pero no el único). A este le siguió una grata sorpresa, y es que tuvimos la suerte de disfrutar por primera vez en directo “Finisterre”, el primer adelanto del que será su próximo álbum y que podremos escuchar a finales de este 2021. Para hacer esta sorpresa aún más especial, contaron con la formación palentina El Naán, quienes, a través de rítmicos golpes en una mesa de madera, aportaron una nueva textura percusiva a la canción muy interesante.

La noche parecía llegar a su fin, pero la emoción de ver a la banda de forma tan próxima no paraba de crecer y resultó   inevitable levantarse de la butaca  durante unos segundos con “Valiente” o “Saharabbey Road”. El grupo, como es habitual, se fue del escenario durante unos minutos en los que el público permaneció cantando y aplaudiendo con total entrega. Todo el mundo era consciente de que aquello no iba a ser el final, y, efectivamente, no lo fue. Volvieron a aparecer Guille y Pucho para tocar de una forma muy íntima y cercana “Iglús”. A esta, acompañado por una larga ovación de varios minutos, le siguió “Los Abrazos Prohibidos”. Tema que rinde homenaje a todos los profesionales de la Sanidad Pública y que provocó que a más de uno se le saltaran las lágrimas.

Nos hubiéramos podido quedar horas y horas viviendo en ese concierto, pero por desgracia se acercaba a su fin. Lo hacían con “La Deriva”, “Cuarteles de Invierno” y, por último y para cerrar la estructura circular del setlist volvió a sonar como al principio “Los Días Raros”.

En esta primera noche en el Teatro Real, Guille, Juanma, Pucho, Álvaro, David ‘El Indio’ y Jorge fueron despedidos con cálidos y largos aplausos. Era lo mínimo que el público podía hacer para agradecerles el regalo que hicieron: un concierto inolvidable en el que el suelo del teatro no paró de retumbar. No cabe duda de que  quedan muchos más regalos por abrir’ y que volveremos a disfrutar de Vetusta Morla en directo. Hasta entonces, tendremos marcado  en el calendario el 24 de junio de 2022. Fecha en la que el sexteto llevará su música al estadio Wanda Metropolitano.